domingo, enero 18, 2009

Argyll Road

Con suma vergüenza veo ahora mi bitácora que no ha tenido aportaciones en un período muy largo. La culpa es mía, ¿de quién más?.

Por otra parte, este espacio fue creado para externar mis meditaciones: desde la idea más fugaz hasta un proyecto de vida, si así fuera pertinente.

Ser inmigrante es un tema extenso y no fácil de abordar. Se trata de experiencias, sentimientos, inquietudes, reacciones, aprendizaje, aciertos y errores. Hablar de la vivencia de los ya nueve meses en la isla más grande del Reino Unido resulta tedioso, considero yo. Vale más hacer pequeñas notas según la circunstancia y la inspiración indiquen.

Por lo pronto, tras casi diez meses de matrimonio, la vida no puede ser mejor. Sin duda estamos pasando por una larga lista de dificultades, propias de los inmigrantes y de los matrimonios recién formados. La combinación a momentos puede ser explosiva, sin embargo la comunicación es sin duda la respuesta a permanencia.

Hoy es un día frío en Stoke, aunque los hemos tenido peores. Si bien el sol es de utilería en cuanto a la temperatura que recibimos, por lo menos alegra la vista y da un poco de variedad después de varias páginas en el calendario que indican días nublados.

Según nuestros planes, cenaremos pizza esta noche y jugaremos Monopolio. Seguramente haremos alguna de esas apuestas donde el premio son 100 GBP y que, según nuestro acuerdo, serán pagadas el 31 de diciembre de este año.

Por lo que respecta a mis propósitos para 2009, no son muchos, pero son muy ambiciosos:

  1. Mejorar mi apariencia física significativamente.
  2. Leer por lo menos dos libros al mes. Y al menos uno debe ser siempre en inglés.
  3. Alcanzar un dominio básico y confidente de los idiomas polaco e italiano.
  4. Conseguir ingresar al entrenamiento de urgencias médicas.
  5. Ser un mejor esposo.
Cada uno de estos objetivos desarrolla distintas actividades y se basa en un reducido pero valioso conjunto de valores personales, que como en otras entradas de este blog he dicho: permanecen incólumes. Asimismo, el orden en que los he enumerado no implica ninguna prioridad entre ellos, por el contrario, vale más decir que dada la fundamentación de cada uno en mi proyecto de vida y mis valores, no pueden ser ni menos ni más importantes unos de otros.

Esta mañana he tenido a Jorge muy presente en mi mente, indubitablemente está demostrando la fortaleza de espíritu que ha conseguido a través del contratiempo constante de la vida. Desearía estar con él y hacerle sentir lo mucho que me importa y lo quiero. Asimismo, pienso mucho en Jorge Ariel, me gustaría estar sentado en el Jarocho con él, hablando siempre de lo mismo y siempre de diferente manera, pero con un delicioso café y una dona sin preocuparnos de las calorías.

Sin duda, hoy es un día lleno de meditaciones en Argyll Road.

miércoles, agosto 22, 2007

15 minutos antes de...

Es cuestión de enfoques o más bien de amplitud de visión:

Estoy a 15 minutos de...

salir de mi oficina
sentirme tremendamente libre
aburrirme sin saber qué hacer
leer un buen libro
tener tiempo para planchar mi ropa limpia
ir a casa a trabajar en el oso de peluche para Paulina
poder ir a dormir
conducir en el fuckin' tránsito de la Ciudad de México

o simplemente estoy cerca de una oportunidad más de aprovechar el tiempo en algo que realmente quiera hacer y disfrutar como si fuera una nueva experiencia y que dependa de mi que tan intensamente la quiero vivir.

Saludos.

sábado, agosto 11, 2007

Aquí vamos de nuevo

Varios meses han pasado sin aportaciones a esta bitácora. Sin duda la motivación para retomarla no han sido los insistentes comentarios de Jorge Ariel, tampoco la inspiración furtiva del sábado a mediodía y menos aún la búsqueda de ocupaciones en fin de semana. Simplemente que, habiéndose abierto la bitácora de Terminal Q4, decidí recuperar este espacio, eliminar otro que tenía y dar lectura a lo que a más de un año de distnacia redactaba.

En esta lectura hallé postales mentales de mi anterior trabajo en la Universidad Marista, alma mater y hogar por muchos años de donde coseché recuerdos de toda índole y que provocan la añoranza en gran magnitud. También hay líneas que hablan de los primeros días de mi actual trabajo en la Universitat Oberta de Catalunya. Sin embargo, me asombra ver cómo han cambiado las cosas en tan poco tiempo. Creo que ya no soy casi ni la sombra del tipo que tecleó aquellas entradas.

Eso, ni duda cabe, es una buena noticia porque sería muy triste saber que han pasado más de 15 meses sin siquiera un pequeño paso en la evolución.

Cito ahora algunas ideas de esas entradas:

1. Ser dueño de mi tiempo: no puedo esconder mi vergüenza al saber que sucumbí ante el ritmo de la ciudad, y estando a escasos 8 kilómetros de mi trabajo, la prisa, un mal desayuno (cuando lo hay) y la rutina están más que nunca presentes.
2. De la soledad: si bien mi pareja sentimental no se encuentra en este país, ciertamente que buscamos la comunicación que nos mantenga ligados en lo que llega nuestra fecha de encuentro definitivo.
3. De los amigos: esta es la única cuestión que no ha cambiando en absoluto. Mis amigos aquí están, en cada momento y sin condiciones. Ahora todos tenemos ocupaciones muy absorbentes y es grato decir que ya con líneas de vida muy bien trazadas.
4. De mi futuro en Rusia: felizmente ya no es Rusia pero no deja de ser Europa y mejor aún, no será solo. Cuando empecé a leer esa entrada donde describía aceras húmedas en un ciudad lluviosa y de cielo gris con gente caminando desordenadamente... definitivamente ya no vi al antiguo país de la Cortina de Hierro, ¡estaba viendo Polonia!.
5. Del cómo aprovechar el tiempo "libre" que ahora tendría en mi nuevo trabajo: qué increíble es la capacidad del hombre para llenar su tiempo de cosas. Además del trabajo sigo compartiendo con mi querido amigo Jorge algunas noches en el servicio de urgencias, ahora estudio polaco los lunes, pronto me daré la oportunidad cursar un nivel básico de francés, hago voluntariado en un grupo scout y busco tiempos a deshoras para poder conversar con mi chica que está prácticamente al otro lado del mundo.

El tiempo es otro, las circunstancias también, hasta la forma de redactar ha cambiado (he visto garrafales errores en mis entradas anteriores) pero las cosas que valen la pena siguen incólumes y seguirán así: los principios rectores de mi conducta, mis sueños y sobretodo, aquellos a quienes siempre dedico mis aportaciones, mis amigos.

domingo, mayo 21, 2006

Ahora si me he vuelto fresa

En muchas ocasiones, en pasadas etapas de mi vida - que no por eso lejanas - mi aceptación de la producción musical, tanto extranjera como nacional, se basaba en parámetros primordialmente no comerciales o bien, de los ochenta para atrás, llegando sin dificultades hasta la música de los años cincuenta.

En este momento mi ordenador reproduce "Por tí" de Belanova y antes estuvo MDO, Alejandro Fernández y Kairo. Debo decir que algo ha pasado con mi déspota y quisquilloso método de selección. ¡Hasta tengo los discos de RBD!.

Afortunadamente, mi apetito por los discos de Phil Collins, John Patitucci, Peter Gabriel, David Bowie y otros genios no ha sucumbido ante mi metamorfosis.

Lo único que puedo decir es que nunca dejé de ser un niño fresa formado en el CUM, sólo que ahora mi gusto musical se ha ampliado y supongo que eso es positivo. Igual y ya me convencieron de que hay que ser tolerantes y democráticos, quizá a dos años de llegar a los 30 me ha pegado un segundo aire - que consideraría inútil pues me siento muuuy joven aún - o simplemente la música comercial se ha vuelto nuevamente digerible a mis oídos.

Como sea, Ragazzi me vienen bien en esta mañana dominguera mientras tecleo y pienso si quemaré un disquito para estrenarlo mientras me baño.

Por cierto, para mis más cercanos y asiduos lectores una nota: estoy en chones, cómodamente sentado, mientras les brindo estas lineas.

sábado, mayo 20, 2006

Tultitlán, Aragón y Marcos

Hay días que las ocupaciones, imprevistos y otros condimentos desabridos de la ciudad nos hacen una invitación - sin alternativa a declinar - para convivir con aquellos detalles visuales, climáticos y olfativos de las grandes urbes.

El lunes por la mañana mis deberes me agendaban un trayecto no demasiado largo al desconocido kilómetro 33 de la carretera México-Querétaro. Una mañana muy agradable para los que apreciamos el clima fresco y húmedo que nos regala la temporada de lluvias. Inclusive me sorprendió ver que el tránsito de ese lunes, a las 9 a.m. era fluido, sin accidentes, volcaduras, impactos, mentadas de madre y otros tantos rasgos tan característicos. Definitivamente la lluvia enfrió las cabezas y los ánimos de todos los que conducíamos por la zona.

Hasta hace un par de días yo me seguía preguntado - hoy he desistido en el tema - ¿de dónde a dónde se miden los kilómetros de las carreteras?, pues mi memoria tiene aún presentes que, tras avanzar por la carretera a la altura de Fábricas de Francia y Perinorte, los complejos industriales empiezan a desfilar, entre ellos - y en ese orden - Fábrica de Ideas, Praxair, Osram, Unilever, Bacardí, Ford...; y si en el segundo de los aquí mencionados (y también mentados, ¿por qué no?) se indicaba el kilómetro 32.5, ¿dónde se había perdido la Distribuidora Kroma(*1)que indica su domicilio en el kilómetro 33?.

Tras una hora de inútil búsqueda en modalidad de infantería motorizada y de a pie. Decidí que era momento de desayunar para reanudar mi cometido más tarde. La zona no ameritaba pararse en cualquier de los no muy variados - pero si pestilentos - puestos de comida por lo que avancé un poco más hacia la zona de Cuautitlán Izcalli "anexas y conexas". Sin saber cómo, terminé saboreando unas deliciosas quesadillas en un pueblo llamado San Blas que, si ahora me preguntan dónde se ubica, lamento no poder responder, sólo recuerdo que las salidas de dicha población indicaban hacia Zumpango(*2) y Cuautitlán. De hecho, debo hacer mención del operador de la unidad 19 de los Autobuses Melchor Ocampo que me dio las más precisas indicaciones para volver a la carretera México-Querétaro una vez terminado mi desayuno. Cabe aclarar que el señor tuvo a bien sacrificar su música salvajemente grupera para bajar de la unidad y hacer los ademanes propios que me dejaran más claro el "váyase por acá y luego de las vías, da vuelta para allá".

Tras un par de vueltas por la carretera tratando de encontrar la Distribuidora Kroma, decidí que por la hora ya deberían haber depositado la sagrada quincena, misma que me permitiría abonar saldo a mi teléfono celular para hacer un par de llamadas a la empresa y que me proporcionaran las coordenadas exactas de su ya citado, kilómetro 33.

Debo decir que Cuautitlán Izcalli cuenta con una nada interesante plaza comercial QUE NO ALBERGA CAJEROS AUTOMÁTICOS DE INSTITUCIÓN BANCARIA ALGUNA... es más, ni la marca de "abonos chiquitos para pagar poquito" tiene una sucursal en ese sitio. Le podemos sumar que a dos cuadras el cajero de Banamex tampoco estaba prestando servicio y dadas las circunstancias, también expreso mi respeto y agradecimiento para el banco de las fuerzas armadas que si funcionaba y estaba algo escondido, lo que me permitió pitorrearme cuando pasé de regreso frente a Banamex para deleitarme con una creciente fila que ya triplicaba su tamaño.

Una vez cumplida la misión regresé a mi oficina con ánimos de no salir ni a la vuelta con el "señor de los jugos" quien diariamente me prepara un litro de betabel, zanahoria y naranja por la no tan módica cantidad de $12 (doce pesos, 00/100 MN).

Más tarde, en mis múltiples compromisos, terminé asistiendo a un funeral en los rumbos de San Juan de Aragón. En esos momentos puedo decir que la compañía fue fundamental para no desesperar en el tedioso y lento tránsito además del paisaje deprimente que acompaña a la Av. Central. Aquí el agradecimiento a Laura que me venía haciendo reír lo suficiente para no salir de mi unidad con los ojos desorbitados por la locura generada en la lentitud sobre el asfalto.

El resto de la semana ha transcurrido "sin novedá". Algunas visitas a clientes pero en zonas más cercanas y agradables como Polanco, Del Valle, Zona Rosa y hasta una visita a mi directora, a quien le ha bendecido la vida con un segundo retoño y que por ende no asiste a la oficina en estos momentos. Hoy, tras una visita a su domicilio que me tomó toda la mañana y que no niego fue un agradable momento, regresé a mi módulo de trabajo en Paseo de la Reforma, donde por "n" ocasión se esperaba una sufrida tarde debido a nuestros "¿vecinos?" de Atenco acompañados por el Subnormalcomandante Marcos.

Pocas veces había observado semejante despliegue de la fuerza pública: amplio e imponente, donde dobles y triples filas de uniformados rodeaban el edificio de la Bolsa Mexicana de Valores y la Embajada de los Estados Unidos de América, (a los de la torre Avantel, que nos cargue la chingada, no hay pedo). El punto es que, a pesar de todo, el tránsito a las 4 p.m. aún era aceptable y se mantuvo así hasta que por consideración de nuestra directora, que se mantiene en comunicación con nosotros todo el día vía messenger, nos permitió salir a las 6 p.m. y evitar que Don Marcos, San Marcos, TodossomosMarcosyahoraAtenco, nos obligara a permanecer hasta inciertas horas dentro del edificio.

Tanto a mi Directora (ella si, con mayúscula) como al sub, agradezco haber salido temprano este viernes.

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*1 Su nombre comercial es COMEX
*2 Sólo Ariel sabrá porqué hago incapié en ese nombre

domingo, mayo 14, 2006

El relax del sábado

Siendo toda la semana un repertorio interminable de actividades, algunas voluntarias, otras laborales y el resto posiblemente de la vida social que involucra amigos y familiares, las horas de relajación se han vuelto piezas de museo.

En un par de horas estaré compartiendo la noche en la base de un servicio de urgencias médicas con uno de mis mejores amigos. Hoy por la mañana asistí a mi clase de catalán y toda la semana fue el ir y venir de ver clientes, teclear cotizaciones y correos, algunas conferencias impartidas y por si fuera poco, entregar reportes de cuantos respiros y suspiros se cuentan en las horas de trabajo.

Escuchando música que no me haga pensar demasiado, sino que sólamente satisfaga la necesidad de llenar el vacío acústico de la tarde y le de una atmósfera de tranquilidad y despreocupación al tono de mis palabras, me siento a llenar también un nuevo espacio que con un click en "nueva entrada" se genera en mi blog.

Esa misma disposición a no pensar, es lo que me priva en este instante de alguna idea que pueda extraer de la cotidineidad - como han sido mis entradas anteriores - sin embargo, me asombra que sin tener cosas interesantes que decir, ya se han escrito más de 15 líneas casi en automático.

A veces supongo que la escritura se vuelve un ejercicio automático y que, algunos tienen y otros no, la capacidad de enviar las órdenes cerebrales necesarias hacia los dedos para teclear al mismo tiempo que se van pensando las cosas.

En otras palabras, el día de hoy no me quiero esmerar en buscar una idea para desarrollarla, no deseo usar más la mente de lo que sea necesario para responder a las necesidades básicas. Estoy al mínimo de mis funciones y me siento bien así.

A todos mis amigos que en algún momento de la vida buscarían un momento para tirar la hueva y detener los pensamientos para poder, en caso de lograrlo, relajar al máximo su ser.

domingo, febrero 19, 2006

En chones frente a mi ordenador

Pocas veces suelo tener tan ligera vestimenta y aún menos divulgo el hecho, pero hoy es de esas tardes en que el cielo todavía amarillento me dice que tengo el tiempo suficiente para tomar una ducha vespertina, leer algún libro y aún así tener tiempo para otras cosas como una buena película en cable o rentada.

Llevo ya dos semanas y media en mi nuevo trabajo, a veces pienso que el tiempo se me escapa como oportunidades de negocio a los mexicanos (comparados con los chinos, claro)y es que por increíble que parezca, ahora trabajo en una de esas empresas donde el sueldo es justo, las prestaciones también y sobretodo ¡RESPETAN EL TIEMPO DE TRABAJO Y DESCANSO DE LOS EMPLEADOS!. Definitivamente la cultura laboral europea es tan distinta que podría hacer renunciar a cualquiera que se sienta incómodo por ser tratado tan bien.

Y ahora con tanto tiempo libre, veo opciones de terapia ocupacional que superan a momentos mis expectativas: ruso, TUM, gimnasio, maestría nueva, otra carrera quizá...

No lo se, simplemente mi vida ha dado un vuelco tan grande y en tan corto tiempo que es difícil saber que hacer con tantos minutos nuevecitos para mi solo que antes no habría dudado en regalárselos a la institución para la que trabajaba.

La reflexión de hoy va dirigida en ese sentido precisamente: cuando una persona tiene poder o dinero sin vivir un gradual aumento en la adquisición de éstos generalmente se vuelve loca. Hoy puedo decir que tengo tanto tiempo libre que quizá deba tomarme unos cuantos de esos minutos para tomar las decisiones correctas sobre el uso que tendrán el resto de ellos que, sin duda, son muchos.